Mostrar los bienes, las riquezas
está demasiado de moda y termina en una sociedad sin personajes dignos de
admirar.
La economía se convirtió en el
centro de la vida de los argentinos y se generó una nueva clase social, la
clase “improductivista” formada por
ricos, clase media y pobres, que nada producen. Los ricos, políticos, altos
funcionarios y sindicalistas, viven de la coima, muestran soberbia,
marcados por una codicia que acumula demasiado y que lo enrostra sin
piedad, y del otro lado aquellos que cobran planes sociales y de asistencia, integrantes
de la economía popular, caídos de la red de contención del sistema, y que poco
y nada tienen, y en el medio esta un legión de burócratas y empleados públicos
atornillados a sus sillas. Son muchos y ninguno genera riqueza para el país.
Del otro lado, en la vereda de
enfrente encontramos a los empresarios y empleados PyMEs, raza genéticamente productivista,
que del trabajo hace su dogma. Que no gasta su tiempo hablando o participando
de la política y/o del gremio, tomando una distancia funcional de ambos, como
la enfermera de terapia intensiva que no se involucra con el sufrir de sus
pacientes .
La industria en tiempos de su
desarrollo supo construir una “burguesía digna” con rasgos patrióticos, y su
destrucción devino en la aparición de una casta de funcionarios “burócratas
asociados” que terminaron viviendo de sus logro reglamentarios; causando una
derrota de la industria nacional, y una victoria de su enriquecimiento propio.
Entre 2015 y 2019 cerraron 24.537
PyMES, según datos de La AFiP, en base también a datos de ese organismo al 27
de diciembre de 2020 cerraron cerca de 90.700 comercios y 41.200 PyMEs.
En Argentina,
con este nivel de inflación, con paritarias insensibles al tamaño de las
empresas y contribuciones patronales uniformes por tamaño, estamos arriesgando una nueva
oleada de desaparición de empresas.
Vicente Donato Director dela Fundación
Observatorio PyME , nos sugiere la diferenciación de la política tributaria por
tamaño de empresa como la mejor solución que podría brindar el Estado para
acompañar las negociaciones paritarias y así promover el crecimiento de la
actividad productiva en el actual escenario. Se perfilarían así, las
condiciones necesarias para consolidar la reactivación y la creación de miles
de puestos de trabajo formales.
Hoy vemos como las PyMEs están
volviendo a producir, como van levantando sus cortinas los comerciantes y los
talleres, pese a las condiciones macroeconómicas adversas, por vocación o por
necesidad, que otra nos queda dicen.
La UIA nos informa hoy 22 de
junio que la actividad industrial tuvo en abril un incremento del 2,55%
respecto a marzo y del 9,5% en la comparación interanual, y que durante los
primeros cuatro meses del año, la producción acumuló una suba de 6,4% con
respecto al mismo período de 2021.
Hoy estamos en
presencia de un incipiente crecimiento, es obligación de los funcionarios
cuidarlo evitando la desaparición de ni una sola empresa.
Una vez más vamos a salir… no
tengamos dudas. Tan solo necesitamos un poco de sentido común.
Dr. CP Claudio Zambito
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